Sábado 26 de Mayo, segunda fecha del Vivo X El Rock y ya había gente diciéndome: ‘cómo te gusta el castigo’.

Fui, como la última vez, saliendo de clases, nuevamente a la búsqueda de alguien que se haya arrepentido a última hora, pero esta vez, había muchos más revendedores y varios de ellos no vendían, compraban… esto no pintaba bien. Al parecer el cartel de este nueva fecha (que incluía a Drake Bell, Juanes, Mago de Oz, Alan Walker, entre otros) y la promesa de una mejora, aumentó la demanda por entradas.
Fue difícil encontrar una entrada a un precio módico, así que tuve que rendirme, la compre a precio regular antes de que siga subiendo (la tendencia era al alza en el mercado de entradas y no había participantes independientes, la reventa estaba monopolizada por agentes de dudosa moral).
Pero llegué a entrar, sin mucho lío como la última vez, al parecer todo era mejor, habían retrocedido uno de los escenarios varios metros, habían puesto dos pantallas al lado de la entrada de la concha acústica, esta última a su vez fue dividida para que por un lado la gente entre y por otro la gente salga. Sí, aparentemente todo fue más ordenado.
Pero todo esto no puede mejorar ciertas cosas, como que la Avenida de la Peruanidad no está hecha para este tipo de eventos, es muy angosta, a medida que se llenaba el lugar era más difícil movilizarse así por varios momentos me quedé en medio, en las pantallas.
Con mi enamorada y una amiga nos fuimos al escenario dónde se presentaría Zoé, no es mi onda, pero bueno es la primera vez que viene para un Vivo X el Rock, aprovechamos que luego de Vilma Palma todos estaban yendo a ver a Juanes.
Llegamos a estar a un lado relativamente cerca al escenario, y aquí amiguitos es dónde les traigo un consejo para la vida, si tomas, toma con moderación, pero nunca te pongas espeso. Había un grupo de fans de Zoé que estaban bien cargosos, entiendo su emoción, pero estos ya estaban para echarles agua.
La banda tuvo un retraso de unos 20 min, estaba cansado (el día anterior me la pegue), pero de pronto salió el Cerati Mexicano (con la disculpa de los fans de Cerati o con la culpa de los fans de León Larregui o con la disculpa de quien en este momento quiera matarme).
Dió su show, mandó saluditos a la gente, lo normal de toda banda, llegó el final, quedaban 4 minutos según el cronómetro, y la banda se retiró; obvio venía el encore y volverían para una más ¿no? … pues no, Zoé se fué y pues fué.
Era hora se salir de ahí y aprovechamos el movimiento de masas para poder movilizarnos se armó una suerte de cola toda apretada, esas colas que te dejan embarazado, como las del metropolitano o el metro de Lima.
Ya había visto a Mago de Oz (no lo mencioné antes porque no hubo incidentes y fue un muy buen show, quise ir a Residente, pero ya la cosa estaba intransitable, fuimos a la Concha Acústica, otra cosa, más ordenado, lleno igual, pero se podía caminar, sentarse un rato, así como un festival pues, en la avenida más era como una Verbena de San Marcos con harto presupuesto.
Ahí escuchamos a Los Mirlos, Cementerio Club, me dió tiempo para revisar un toque el FB y me enteré que a un amigo le robaron y a otro le intentaron robar ahí, en el festival, omaiga!
Y es que el espacio en la avenida era tan angosto que salías manoseado, robado, ultrajado, etc, etc, etc. Mientras en la concha acústica había agentes de seguridad paseando por todos lados, disfrutando del concierto, daba ganas hasta de invitarles una chela, pero bueno no tenía ni para invitarme una chela a mi mismo.
Yo estaba muy cansado así que medio me quede dormido, de fondo sonaba Charly Black, no sabía quién era el zambo, pero sonaba chévere, así como que Dancehall, reggae, pero bien pilas, hasta que escuche una que sí reconocí, una que paran pasando en la radio (hasta en Doble 9 creo que la he escuchado) y salté de mi sitio, Gyal you a Party Animal se llama la rola (no la recordaba, la acabo de googlear solo poniendo el nombre del artista), se armó el tonazo y de pronto, el zambo desaparece del escenario y solo se quedó su DJ … imaginé que volvería para el encore, que así era su show… pero no, salió el de producción a decir que acabo y que vayan desalojando. Cantaba chevere, igual que en la radio, una pena que se haya ido así tan abruptamente.
Fuimos al escenario principal, ya que nos estaban botando, para ver a Alan Walker, tampoco es mi onda, pero nuestra amiga sí es fan así que fuimos a buscarla… fue entonces que me sentí viejo. Full electro, harto pulpín toneando, bailando, en trance.
Para qué, el pata hizo un buen show, pero yo les hablaré de algo que me impactó más, mientras estaba parado frente a las pantallas y me sentía perdido, vi a dos chicos en una encarnizada batalla de baile (en realidad fue mucho más simple, pero se los contaré con toda la emoción y dramatismo que pueda meterle).

Al frente de las pantallas había un grupo de personas, libando licor, a unos 7 metros y medio de ese punto en dirección a la puerta de la concha acústica había un chico de cabello ondulado corto, con polo plomo y una bermuda con colores militares quién lanzó una mirada retadora a uno de los chicos que estaba en aquel grupo; el chico retado llevaba un polo negro con una calavera, unos jean y el cabello largo, quien se levantó de donde estaba sentado y cruzó los brazos, aceptando el reto, entonces y aprovechando la música de Alan Walker, empezó el duelo.
El chico de cabello corto empezó con movimientos tribales lanzado el primer ataque, el chico de cabello largo respondió ágilmente con un paso imitando a un troglodita, el chico de cabello corto empezó a mover las manos como haciendo un acto de magia, el de cabello corto empezó a menear la cabeza, esto se estaba descontrolando totalmente, el encuentro terminó con un abrazo fraterno hermanando a estos muchachos en el contexto de una batalla que para mi estuvo más interesante que Alan Walker.
Pero bueno, la gente disfrutó mucho del show del DJ, el Festival terminó, el pata se tomó su foto con el público y su bandera peruana, todo chill, pero ¿qué pasó?, se escucha una voz, está hablando en inglés aśi que no entendi ni mierda, además que nos agarró a todos desprevenidos, ¿qué está pasando? de pronto sonaba la música de Party Animal y sí, el zambo, Charly Black, había vuelto, pero esta vez al escenario grande y la gente volvió a tonear, esto era una locura, todo hubiera estado bien, pero le pusieron dos “bailarinas” que estaban más descordinadas que Aldo Corzo. Charly Black dió unas palabras y al rato desapareció … otra vez así abruptamente, cosa rara, pero bueno, ahora sí, el concierto se acabó.
Debido a mi experiencia con el sábado pasado decidimos salir por otra puerta, que desembocaba en 28 de Julio again, y aquí nos damos cuenta del verdadero enemigo del peruano … ¿otro peruano? … ni gas tonterías, el enemigo del peruano es la informalidad y el desorden, nuevamente hubo un gran grupo de gente saliendo por una puertita de mierda, nosotros no, pero al final ambos grupos se juntaron pues todo se hacía un cuello de botella debido a los autos, carros de comida, vendedores ambulantes, caminar se hacía difícil, la gente en medio del tumulto se detenían a comprar, la gente pedía que se ordenen, que hagan colas, a lo que unos chibolos gritaban “ni que fuera el colegio” … sí, así está la educación en nuestro país.
En líneas generales, la cosa mejoró bastante, mejor audio, pero la avenida no está hecha para estos eventos y controlar masas de gente y la seguridad se hace complicado, pudo terminar todo mal.
Bueno ese fue el fin de esta triste historia, ¿con qué nos sorprenderán en la próxima edición? pues solo nos queda esperar, conmigo será hasta la pŕoxima.
No olviden leer la crónica del primer día y los otros artículos dentro de la página, paseense, hay Podcast también, cuidense.
Pdta: Quiero aprovechar este apartado para indicar que ha habido espacio en estos dos días para bandas peruanas que antes no estuvieron, como Barrio Calavera, Alejandro y María Laura, La Lá, La Nueva invasión y que han estado a la altura, busquenlos y si les gusta siganlos.